Terminó la fase de clasificación del “Campeonato de parejas” y andamos disfrutando de las semifinales. No han sido favorables, a la pelota profesional riojana, los meses invernizos. Descartan a Víctor, con mal estilo, por escaso rendimiento. A Merino II le cuesta ganar algún partido y además se lesiona. Untoria no cumplió como de él esperamos en la suplencia con Olaizola. Total, que no se clasifican ni titulares ni reservas con lo que los partidos pierden la tensión y encanto regionalista que esperamos saborear.

A Gorka le cuesta ganar un partido en “segunda” y Víctor tampoco domina y asienta el ansia viva después del descanso prolongado. Darío ha completado, ganando, algún partido con dominio y maneras y muestra cualidades para esperar cosas importantes.

Para colmo, se lesiona Salaverri cuando se le notaba con alegría soltando los brazos y la pelota hacia las losas altas.

Ignoro la puesta a punto de cada uno, el estado de manos, que con los calmantes aliviadores son difíciles de controlar o cosas por el estilo.

Sí puedo afirmar que los prenotados solo han sido parte del fracaso de sus dúos. Albisu ha tirado pelotas al suelo, al colchón y bajo chapa en abundancia. Más las “entregadas”. Iribarría ha estado desconocido con respecto a sus días de gloria. Fallos, pelotas bajo chapa, arriba, escaso golpeo atrás... Y Bengoetxea y Larumbe ahí anduvieron desencantando para ganar cuatro partido como el primero de la cola. Parece que estos tienen menos crítica y represalia empresarial que los riojanos. O me parece a mí.

Sin buen viento no se puede trillar. Ya llegará y cambiarán las cosas... a mejor. Mientras, van llegando Ruiz, Altuzarra, Prado, Lerena, Zabala... de los que cuentan progreso y resultados favorables.

De aquí hacia abajo hay movida y partidos en categorías inferiores y la pelota se mueve. Por cierto. Va creciendo la asistencia a los partidos de la Federación Riojana. Una buena señal.